Monday, March 05, 2012
La Máquina del Tiempo (Los Twist, 1985)
Desde sus comienzos, Los Twist mostraron una vocación por la música festiva, la invitación al baile, y la decontractura que caracterizó la época post Malvinas, pero a la vez supieron cargar esa música con un gesto de fluído sarcasmo y ácida crítica social, que hacía blanco en la despreocupada generación del período desarrollista, a la cual se parecía mucho la de esta época, con su optimismo nuevaolero (el Club del Clan), su moral mojigata, y la marca de la televisión como entretenimiento ideal. En su tercer disco, y como lo hicieron los Who con '...Sell Out' (1967), o los Beatles con 'Sgt Pepper's'(1967) los Twist cambiaron ese espíritu de extroversión por un viaje que, remedando el título del álbum, también va como ese vórtice de la tapa que revuelve fechas arbitrarias, yendo hacia el centro o volviendo al presente, siempre en un espacio imaginario desde donde se vuelve la mirada al pasado, retomando viejos temas y usos lingüísticos, satirizando las posturas extremas y moralistas de la guerra fría, en un deliberado anacronismo donde los géneros cohabitan en un especie de cambalache o discoteca arqueológica, un remanso en el fluir del tiempo en el que conviven músicas disímiles que amalgamadas se parecen a la de los dos discos citados, a partir de su poder referencial, ayudado por citas a series viejas, películas clase B (Reptilicus), noticieros, y programas de TV, aglutinadas a partir de la técnica del collage ( la voz de Jimmy Swaggart en 'Gloria Aleluya') o el pastiche, donde no faltan humoradas al mejor estilo Boris Vian ('Las Cárceles no dan Más') golpes al corazón ('Viéndolo', 'En Los Brazos del Dolor', ambas interpretadas por la languidez erótica de una joven Hilda Lizarazu) inclasificables excursiones estilísticas ('En La Cueva de Alí', 'Corazón de Mandril') sátiras geniales como 'Himno Optico'( una parodia de las canciones filantrópicas tipo 'We Are The World'), siempre con un guiño a géneros perimidos retomados en clave satírica, y en una intención mimética nostalgiosa (en una clara referencia a la década del sesenta y su 'Disco es Cultura' Benmolardiano, se aclaran los ritmos en que cada canción se desarrolla). Este viaje transgenérico es especialmente evidente en 'Esta es mi Presentación', verdadera 'tour de force' a la manera de 'A Day in the Life', de los Beatles, donde se transita por la milonga, el tradicional paraguayo 'Pájaro Campana', imitaciones a Piero, y el típico humor 'cipolar' de Pipo y los suyos. Y es ese vórtice del que surgen Cipolatti y Melingo como nadando en el tiempo el que ilustra también el Proyecto Espirale, forma paródica en que la banda se presenta como un grupo de científicos en su experiencia transgenérica, tratando a la música y sus estilos con la misma arbitrariedad y espíritu lúdico con el que un niño mezcla sustancias en su juego de química, tratando al material musical como elementos de su alquimia inexperta y desprejuiciada . En fin, se trata de música que se interpreta a sí misma, mirándose de manera autorreferencial como lo hizo Borges en la literatura, o Warhol en la pintura, asumiendo la postura del 'fin de la originalidad', no sin cierta nostalgia por los valores perdidos.
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