Wednesday, May 16, 2012
Shoplifting (Stay Real, Steal)
La inflación es una realidad innegable que come presupuestos y adelgaza bolsillos, por más cuidadosamente planeados o gordos que estén, y a pesar de que este gobierno use sus siniestros ministerios en desinflar cifras construyendo una ficción que se queda, -y nos deja- en bolas a la hora de pagar, sin mencionar las bajadas de líneas culturales que pretenden hacernos olvidar del hecho de que no llegamos a fin de mes, en nombre del Relato, del Modelo, y de 'ÉL'. Lo incontestable es que cada mes la guita alcanza para menos, por lo que robar en los súper de mi barrio se ha constituido en un hábito más o menos frecuente y, tenga o no dinero suficiente, a veces lo hago de bronca, porque me aumentaron la cerveza, y otras veces porque mientras voy cargando cosas en mi bolsa, me doy cuenta que no llego. Hay una zona de fracciones que se me escapa, y que redondean en mi contra. Porque apoyamos el 'mecheo', acá van algunos consejos útiles a tal fin.
1. Ganarse la confianza del personal. Sobre todo, el de vigilancia, que siempre es un chabón con un uniforme que no lo habilita a ser más que el muerto de hambre que le roba al local. Son gente que hace su laburo, y que no quiere problemas con nadie, no lleva armas, y sólo espera la hora de que su torura termine.
2. Uno debe convertirse en una cara familiar antes de que ejerzamos nuestro primer latrocinio. Es importante que los robos no comiencen apenas uno entra al súper por vez primera. Se debe impostar un aire de confianza, actitud discreta, y hasta distante. No hay que hablar ni en voz alta, y apenas saludar. No deben efectuarse comentarios tales como 'Vivo acá a la vuelta', o 'Me llamo X'. Nadie debe saber quienes somos, y debemos vestirnos de forma anodina y poco llamativa.
3. Una vez ganada la confianza del personal, debemos introducir como hábito, la bolsa, que debe ser poco laxa, y con una boca estrecha; nunca de red, obviamente.
4.Qué robar. Se deben sustraer objetos poco pesados, y siempre pequeños, como salamines, porciones pequeñas de queso, cepillos de dientes,o bolsitas de ciboulette, esto es, objetos no más grandes que un puño, y que no delaten con su peso en forma de protuberancias o abultamientos que puedan ser advertidos por la vigilancia.
5. La actitud. Siempre despreocupada. Los súper, por más que tengan el famos cartelito de 'Sonría, lo estamos filmando' si poseen cámaras, nadie chequea esos monitores, y nadie graba en tape nuestro accionar
6. Dónde atacar. Conviene no enviciarse, es decir, que no se convierta en una costumbre compulsiva, y que sea esporádico, y en más de un lugar, intercalando las sustracciones según el día.
Buena suerte.
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