Wednesday, December 25, 2013
Estalló el verano
Los jóvenes trasnochados han aprendido a reírse de un solitario que los cruza cuando el día comienza y la desproporción de número y propósito hace que coincidan a mitad de cuadra (ellos 5, yo uno sólo, ellos vuelven de bailar, yo voy a trabajar) Es curioso: entre ellos podría reconocerme con pelo largo, y veinte años, riéndome del pelado gordo pelotudo en que me convertí. La revancha de la vida. Alguna vez yo mismo fui irreverente y sentía desprecio por personajes como yo, los que miramos con ojos desilusionados al resto del mundo, que se debate en los espasmos de la pasión. Viajar, enriquecerse, casarse, parir, competir; el estupro, la prevaricación, la calumnia, la ambición, todo se derrite hoy bajo el sol. Después de los 39 grados, ya nada importa. El calor es hostil con la vida humana que se vuelca a las calles, como si la naturaleza se riera de nuestros intentos de prosperar, socializar, procrear. Nada mitiga el bochorno de la canícula, y a la lejanía, un bebé llora. Su llanto suena a reproche. En la televisión la presidenta habla con un perrito.
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