Wednesday, December 05, 2012
Afterchabón (Sumo, 1987)
¿Un cantante pelado que había nacido en Italia, y que después de sobrevivir un coma hepático causado por la heroína, cantaba en inglés?¿Un rapado italiano que conoció a un argentino de origen escocés en el colegio, y que se vino a Córdoba para cantar reggae?¿Un cantante inglés calvo que tenía una banda argentina con nombre japonés pero que había nacido en Italia? Todo acerca de Sumo, y de Luca Prodan es demasiado disparatado e inverosímil para parecer cierto, pero pasó así,acá, sin más, y formó parte de la vida cultural underground de la primavera democrática. Una época que jamás se repetirá, ni en efervescencia, ni en protagonistas, ni en coordenadas, y justamente por eso, Sumo fue el non-plus ultra de la modernidad, a fuerza de absurdos, coincidencia, felices y de las otras, pero intensamente significativas.Y a pesar de haber dejado herederos (Divididos, Las Pelotas, Pachuco Cadáver) estos reflejan de manera bastante oblicua lo que representaban cuando estaban todos juntos. Sumo fue la unión de gente de Córdoba, con un par de alucinados de Hurlingham, con un periodista devenido en músico, con el 'cantante italiano...' Era felliniano, un bote de náufragos sin destino, variopinto, y anárquico. Todo esto se refleja en este disco, Afterchabón, el último de la banda, que abre con una de esas anomalías, 'Crua Chan', una verdadera lección de historia sobre la segunda rebelión realista de los jacobitas escoceses en 1745. La canción abre con un redoble marcial, implacable, secundado por la guitarra de Ricardo Mollo en una frase cacofónica que imita gaitas en un 'loop' insidioso gracias al pedal de chorus. La voz de Luca tiene un efecto de megáfono, estentórea, lo que la hace tan apta para la guerra, como para abrir uno de los mejores discos de rock argentino de los últimos 25 años. Enseguida, y siguiendo con el disco, la acción nos lleva a Jamaica, con una reggae en clave melancólica, 'No Tan Distintos (1989)', que es enseguida borrado en intensidad por 'Banderitas y Globos', que supera la versión de 'Corpiños en la Madrugada', con ese puente en escala cromática descendente, tan Syd Barrett en 'Astronomy Domine', que uno parece estar viajando en un expreso desde Hurlingham a Cambridge, con el mismo ritmo taquicárdico de la canción. 'Mañana en el Abasto' es un mantra en acorde mayor y su sostenido, una muestra más del minimalismo musical de la banda, que sólo subraya la cadencia en arreglos sutiles de sintetizador, saxo, y alguna guitarra, en un letárgico aguafuerte a media voz, en primera persona, una viñeta de un barrio por entonces decadente y lleno de melancolía dominguera, bares vacíos, veredas llenas de verdura podrida y parejas que saludan al pasar. 'Hola Frank' es un tema 'vocalizado', más que cantado, muy en el estilo 'rapping' o 'talking' dylaniano, o 'loureediano', en un fluir de inconsciencia acentuado por una guitarra muy post punk en la vena The Fall. 'Ojos de Terciopelo' es un momento lisérgico de arpegios e increíble instrospección crepuscular, como no hubo antes sólo quizás en 'Los Libros de la Buena Memoria' de Spinetta, y sus 'tigres en la lluvia'.' Lo Quiero Ya' es como una declaración de principios existencialista de Luca, con esa cita a Auden, 'When China Meets Africa', con aire sombrío y solo de saxo de Petinatto. 'La Gota en el Ojo' es un reggae igualmente melancólico, y con un estribillo calcado de otro reggae de Sumo, 'Rolando', del disco anterior. Mención aparte merece la labor de Superman Troglio, un tipo para el que 'tiempos débiles, o 'síncope', no existen: es su materia habitual. 'El Cieguito Volador' es una macumba amenazante cuya letra recuerda al 'Bela Lugosis's Dead' de Bauhaus ( con la misma atmósfera asfixiante, la misma guitarra vitriólica, y los mismo coros miasmáticos) 'No te Pongas Azul' lo tiene a Diego Arnedo en contrabajo ejecutando una base hipnótica y redundante, para recibir a un Luca otra vez intimista y morrisoneano, vestido por un sedoso saxo de Petinatto, muy en la onda del Fever de Elvis que interpretaban. 'Noche De Paz' es la rendición del clásico villancico como lo hubieran hecho los Dead Kennedys, y 'Percusion Baby' es otro reggae tristón y moroso, dedicado a Stephie Nuttal, la novia baterista 'mancuniana' de Luca. Afterchabón es un mosaico de estilos y vistas, pergeñado por una banda que que había alcanzado su madurez, como quizás ninguna otra banda lo había hecho antes, estilística y letrísticamente, sin acnés adolescentes, sin pleonasmos, ni pretensiones de 'contenido social', tan en boga hoy, o poses de 'hipermodernidad', tan al día entonces. Sólo la mirada entre sarcástica y escéptica típica de alguienm que ya pàsó los treinta y que no adhiere ningún 'ismo', por exiliado expatriado, o anacoreta metafísico( tal es la actitud del rock posmoderno) lo cual lo hace una pieza descontextualizada, atemporal, en su belleza y su manierista encanto.
Maridajes naturales: 'Earth Sun Moon' (Love and Rockets, 1987; 'Starfish' (The Church, 1987); '40 Dibujos Ahí en el Piso' (Divididos, 1989) 'Tres Huevos Bajo Tierra' (Pachuco Cadáver, 1990)
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