Saturday, June 26, 2010

Black Wonder Woman


Arjona se tomó un ácido escondido en una barrita de cereal que una gorda le convidó, y no se dió cuenta que estaba alucinando hasta que no entró a un sex-shop de Caracas y se compró un consolador con la cara de Montaner. La gente se le reía porque, encima de que se desnudó delante del vendedor, se puso el chiche en el orto con el glande hacia afuera, y así anduvo por la calle principal de Tegucigalpa, ido y con un dildo en el ojete, sonriente y viendo margaritas púrpuras en el cielo. Este episodio habría pasado desapercibido de no haber el bardo centroamericano registrado este texto en su Twitter esa misma noche, entre náuseas y la menuda sorpresa de sentarse sobre la figura enmerdada de su colega Montaner. Fue entonces que, después de sacarse dicho adminículo del ano, se puso a escribir la canción que así se titula:

Si la Mujer Maravilla fuese negra
sería Obama Superman
estaría libre Chabán
Robin del closet saldría
con su macho Bruno Díaz
y Linterna verde
un viejo acomodador
en el cine de mi cuadra
Hulk y La Mole
sentados en el banco
de una Iglesia
Acuamán sediento quedaría
y Thor por darle maza
a esta hembra latina
de botas y piel canela
todo el Valhalla perdería
Y es que esta hembra sería
la envidia de la Mona Lisa
la erección
de la torre de Pisa
con pezones de chocolate
y la melena de azabache
Su lazo de la Verdad
no me deja mentir
cuando sus piernas
pone a andar
a todo el barrio
hace temblar
con su avión invisible
y su mirada color café
Es de la enseña
estrellada su
vestimenta
y un águila
con mucho esfuerzo
sus pechos sustenta
pues es su cuerpo
todo un continente
prieto en tan
diminuto sostén
Por los arrabales
de noche
a los malos
escarmienta
con un látigo
de pimienta
que pica
en su bravo batir
mas no es su furia
lo que acobarda
mi lujuria
o mis anhelos
pues mucho más
es mi celo
cuando lo
hace silbar
por el contrario
es el rigor que pone
lo que me alienta
a querérmela garchar.