Tuesday, December 29, 2009

Tristezas de un triple A


Los días pasan efímeros, entre singulares grandes gestos de filantropía, como donarle a un tipo que recaudaba para un comedor infantil un papelito que decía 'vale X $2', aclarándole, 'en aquel kiosco le van a dar dinero', o en gestos nimios y repetidos, como dar vuelta la almoahada debajo del occipital, buscando la parte más fresca en el reverso.Cefaleas recurrentes, como hace un año, cuando creo me picó un alacrán y el cuerpo se me paralizaba por mitades,con fiebre y fotofobia. Pero este año el veneno es propio, viene de adentro, como evasado en origen. El calendario es como una serpiente que se muerde la cola, como un enlace de carbono, como un ansioso transeúnte que no puede verse doblar la esquina sin presentirse caminando en la cuadra que sigue. Tal es la angustia de ver pasar el tiempo sin adelantarse a los acontecimientos. Entre escolopendras y chotacabras, mi cabeza bulle con el burbujear de un caldero infernal. En hemoglobínicas pulsaciones, amparado en la ilusoria seguridad que pueden brindar mis tinieblas interiores, absorbo la luz del hastiado estío que la cunícula derrama por mi derrotero en derroche de rayos UV (mis células, tan indisciplinadas como yo mismo, no me brindan ni el consuelo de un oportuno melanoma) Tan mal no estoy, es sólo el vicio de mi solemne condición de petimetre huyendo del sol. Termino el año con el amargo consuelo, la convicta falta de convicción, el ascético regocijo de sempiterna abulia que me caracterizó desde siempre. Este año perdimos a Lux Interior,a Fernando Peña, a Michael Jackson, a Ballard; y seguimos aguantando a tantos otros que se tendrían que ir, como Diego Gvirtz, Alejandro Fantino, Coco Silly, Iván Noble,Francella, Campanella, Darín, y todas las marcas de fideos que dominan el cine nacional;toda la patria periodística progre, como Aliverti, Sicioli, etc; Pichetto y su 'obediencia canina', Guillermo Moreno y sus 'índices' (que alguien se los corte y se los meta en el orto) ; Hugo Moyano, y todos los que viajan en el Tango 01; los vivísimos sindicalistas argentinos, adulteradores de medicamentos oncológicos; Hinchadas Unidas Argentinas, y todos los soretes que van a viajar a Sudáfrica; Maradona,que esperemos no entre al mundial para que lo terminen de tapar de mierda; Lerner, Cordera, Morgado;los boludos del reggaeton, Aníbal Fernandez, Luis D'elía, Chávez, Santaolalla, y tantos más que la memoria olvida, y con justa razón. ¿Novedades? ¿Expectativas? ¿Deseos? ¿Resoluciones? Sólo nostalgia por el futuro, salud en la enfermedad, compañía en la soledad, mariposas en el estómago, cucarachas en el ano, versos alejandrinos, besos diamantinos, tragos provechosos para el garguero y el corazón, greguerías y retruécanos, las más simples muestras de inteligencia; como un niño, rápido el ánimo al reír; como un viejo, lento el ímpetu iracundo. Seguir ejerciendo este periodismo zombie, exultante de furia insepulta, de amargura de tipo proscripto.Mujeres de pechos generosos y sonrisas auspiciosas, comida frugal pero provechosa, noches de sabiduría o amor, de lechuzas o de ruiseñor. De la música el deleite, y del trabajo el sustento. Silencio de vegetales en jardines nocturnos, ruido de pájaros en ocasos y amaneceres; hierba blanda bajo los pies, y estrellas cómplices sobre nuestras cabezas. Enemigos que nos merezcan, amigos que nos extrañen. Flores y lluvia, niños y amor.

Saturday, December 19, 2009

Arde, Papi


Estoy, como de costumbre, en mi patria chica, Santa Fea, para pasar la navidad y el año nuevo con mi abuelita de 91 años. Así soy de glamoroso. Huyendo del pueblo de bibliófagos y sojeros, me vine a la ciudad de curvilíneas y solariegas mujeres.Más precisamenete al barrio de Wadaloope, al norte de la ciudad, como corresponde a todo enclave residencial de gente 'bien': muchas 4X4; rubias de afilados pezones; viejos panzones que empujan carritos de supermercado, generosamente llenos de botellas de Champagne y Chivas Regal; viejas quemadas por la cama solar en invierno, y por el intenso sol del verano; pibes atléticos - todos invariablemente con el torso desnudo, me hacen sentir vergüenza ajena, tan duros y planos tienen los abdominales los hijos de puta. Nunca hubo lugar para un gordito fofo y pálido que escchaba The Cure. Pero la Navidad ofrece revanchas, y Papá Noel va a traer nubes de mosquitos cargados con dengue (suena la 'Cabalgata de las Valkirias') La venganza de los nerds siempre está allí, o en un ciber lleno de pendejos que se dicen 'peteáme' mientras juegan al Counterstrike...

Thursday, December 17, 2009

Hace veinte años

Así terminaba 'La Noticia Rebelde', el ciclo formato 'noticiero en joda', que después copiaron todos, desde Pergolini con CQC, hasta los programas de 'contenidos', como los que ahora asolan la currícula del la tele nacional berreta que nos toca aguantar. Allí estaban Jorge Guinzburg, Adolfo Castelo, Carlos Abrevaya, Raúl Becerra, y Nicolás Repetto. Era aquel un país no tan diferente al de hoy: Raúl Alfonsín tuvo que dejar en un enroque con el justicialismo en el mes de julio, la devaluación y la hiperinflación pauperizaban a las clases medias y bajas, los supermercados remarcaban los precios cada quince minutos, y en el verano hubo crisis energética: la tele empezaba a las siete de la tarde, y este es uno de los ciclos que terminaron con aquella crisis.

Friday, December 11, 2009

Yo y mi Sombra

Tener una sombra es más que un lujo. Es un recuerdo de que estamos vivos y caminando sobre la tierra. A todos se nos otorga el extraño privilegio de adoptar una de estas presencias impalpables e incorpóreas, animadas por el hilo que nos une a ellas como marionetas, émulos de nuestra vida, pero sin embargo muertas y sin existencia independiente. Uno puede verlas crecer junto con uno a medida que pasan los años, o las horas, ya que al amanecer son más altas que nosotros, al mediodía desaparecen debajo de nuestros pies, y por la tarde se alargan nuevamente en dirección opuesta al sol. No siempre fue así. Hubo un tiempo, en la noche primordial de la historia, en que sólo sombras había en el mundo. Los hombres eran ciegos y el sol nos liberó para siempre de la tiranía de la oscuridad, regalándonos como esclavos a nuestras sombras, que están condenadas a imitar nuestros movimientos en mimética sumisión. Lo contrario -una sombra anárquica, o sin dueño- sería una aberración, un absurdo. Cuando esta condición se traslada a algún ser humano, generalmente presa de algún tipo de alienación, se dice que está asombrado; su sombra lo ha abandonado; se convierte en un espejo o en un esclavo, la marioneta sin hilos. Algo así le pasó al personaje que llamaremos el Ciego. El Ciego vivía en un mundo interior de sombras, como todos los ciegos, pero éste había hecho un pacto especial con la suya. Su sombra era libre de noche con la condición que le devolvieran la vista. Así, cuando el Ciego dormía, su sombra salía de noche a duplicar la de los otros seres vivos o inanimados. Gatos, personas, o edificios muy a menudo se comportaban de manera muy extraña, casi siempre sin ser notados por nadie más que los solitarios que atienden a estas cosas. Pero a los solitarios nadie les cree, y los gatos no hablan. Cercanías del Palacio Cortés en Cuernavaca. Flores de nochebuena todo a lo largo de la calle, y el olor de los tacos y la salsa de chile. El hombre sin sombra, el Ciego, o Bobby Flores, el dealer de la mejor mercancía en el D.F. se parecía a la rata que le enseñó artes marciales a las Tortugas Ninja: el rostro enjuto, el pelo largo y canoso; digo que su sombra tampoco era visible, hasta él era impalpable, su voz tenía una frecuencia intestinal, chisporroteaba entre sus dientes retorcidos como una radio mal sintonizada, un sonido que podía resonar en tu cabeza hasta horas después de haberlo escuchado. Bobby vendía heroína para Julieta Venéreas, la Dama de las Clamídeas, que tenía un prostíbulo en el DF. Compraba a toda la policía con drogas o con mujeres ¿Cuál era tu 'kick'? Julieta lo proveía, con una sonrisa segura y serena, la de saberse dueña de todos los bolsillos, las venas, y las braguetas de buena parte de la capital del estado.

Thursday, December 10, 2009

De la Soledad

Un texto de Montaigne, extraído de sus Ensayos, especial para esta época del año en que todo el mundo busca encontrase con alguien.

Apartémonos de esa vulgar comparación de la vida solitaria con la activa; y en cuanto a la bella opinión en que se amparan la ambición y la avaricia, de que no hemos venido al mundo para nuestro particular provecho, sino para realizar el bien común, consideremos sin reparo a los que toman parte en el baile; que éstos sondeen su conciencia y reconozcan por el contrario que los empleos, cargos, y toda la demás trapacería del mundo, se codician principalmente para sacar de lo público provecho particular. Las malas artes a que se recurre en nuestro tiempo, muestran bien a las claras qué poco valen sus fines. Respondamos a la ambición que ella misma nos hace buscar la soledad, pues, ¿de qué huye sino de la sociedad?, ¿qué procura sino tener las manos libres? (...)
Bastante se ha vivido para los demás, vivamos para nosotros, al menos en este cabo de la vida. Reencontrémonos a nosotros mismos y arreglemos a gusto nuestro pensamiento e intenciones. No es tarea fácil la de buscar acertadamente su retiro; esto es por sí bastante ocupación sin que con él mezclemos otras empresas. Puesto que Dios nos da tiempo para disponer nuestra partida, preparémonos; hagamos nuestro equipaje, desprendámonos de esas violentas pinzas que nos arrastran a otra parte y nos alejan de nosotros mismos.