Wednesday, February 20, 2013

Dibujitos Avivados (poema guachesco)


   (El Unicornio Azul del parásito cultural psicobolche de Silvio Rodríguez está bien, y pasándola mejor)

    Mi Muy Yegüita Mía
    Como Marta y María
    Dejan de Lado la Olla
    Obsequiáme con tu Argoya
    Arrimáte a La Banquina
    Mojáme Esa Vagina
    Levantáme Esa Colita
    Que Esta Garúa Maldita
    Me pone Cachondo
    Vení Negra p'al Fondo
    Que Te Quiero ver Reír
    Que La Vida Son 2 Días
    Y El Climaterio No Perdona
     Ponéme en la Chota Esa Goma
     Que uno de estos Días
     Se Me va a Vencer
     Ponéte en 4
     Que te viá Coger
   
 
 

Tuesday, February 19, 2013

Dibujitos Avivados: Velma Dinkley

Como si no estuviésemos ya lo suficientemente quemados de la cabeza,  ya pasados de hacer el ridículo, y gracias al anonimato que ofrece el publicar con pseudónimo, me revelo un ferviente admirador de Velma Dinkley, la chica 'nerd' de la pandilla de Scooby Doo. La serie de cartoon era absolutamente pelotuda y  sin gracia, pero tenía un morbo muy especial, por el hecho de que los protagonistas eran adolescentes, y porque uno intuía que Velma era la tragalibros virgen del grupo. Las aventuras poco atractivas de los personajes, que siempre implicaban incursiones en desolados pantanos, enmarcados en telarañas, y con castillos al lado de lagos remotos donde siempre había momias, y zombies, sólo despertaban el terror de los propios personajes, no los míos. Yo soñaba con abrazar y contener contra mi pecho a la chica de las gafas, el corte de pelo castaño estilo carré, y el sweater cuello de tortuga color naranja, el mismo sweater que yo quería ella se levantase para mostrarme sus pechos.Y todos sabemos que el llevar a una chica a ver una de terror predispone a que las asustadizas se agarren de nuestros brazos, o nuestros muslos. También sabemos que el miedo en las mujeres puede llevarlas a cometer locuras, como una revolcada para sacarse el miedo. Aquí les dejo una selección personal de Vilmas (que así se la llamaba acá) Cachondean mucho las modelos 'cosplay', y las autoeróticas.












Monday, February 11, 2013

Sin Valentín



La noticia de la conciencia es relativamente nueva en el Universo. Y la conciencia de sí mismo es la conciencia de la soledad, y de que, si bien somos parte de todo lo que existe, el trabajo más difícil es convencer al OTRO de que es parte de uno. De eso se trata la vida, y San Valentín viene a recordárnoslo. Pero si hay algo más boludo que importar una fiesta gringa para justificar la compra de regalos, o la reserva de mesas de a dos en restaurantes, es sentirse triste porque uno está solo TAMBIÉN un 14 de febrero. Tanto es así, que un amigo de Facebook, seguramente sub 30, escribió esto en su muro (copio y pego)


esta semana sera un puto infierno para quienes no tienen novia/o, toda la semana bombardearan con mensajes de san valentin, el puto dia mas egoista del año, haran felices a las parejas y lo convenceran de comprar cosas mientras que a quienes esten solteros les echaran en cara no tener a nadie, y se los recordaran toda la semana, todo esto es el mayor ejemplo de por que san valentin es un dia de mierda y el peor del año, por esto nadie deberia callarse y soportar este dia de mierda
esta semana entodos lados se va a hablar del puto dia de san valentin, un dia egoista, pensado para parejas y para molestar a quienes no tienen novia o novio, para recordarles que no tienen a nadie mientras los demas estan felices,...Si ustedes, quienes no tienen pareja estan hartos de ese dia de mierda no se callen, algo debe hacerse contra ese puto dia de mierda

En lo personal, me siento un pelotudo, como cuando compré forros hace tres años (vencen en abril) para llegar un día tarde a una cita que pudo haber salido bien, y los cuales, con paciencia, gel y rellenos de zanahorias, iré introduciendo en lo más íntimo de mi anatomía.

Thursday, February 07, 2013

El Fin de Artie




Así como en cualquier telenovela argentina, donde las insolvencias e incoherencias de los guionistas se rellenan con muertes de personajes que se accidentan,  van presos  o  sufren de falsas cegueras, o falsas paresis en sillas de ruedas, he querido destruír a uno de mis personajes favoritos, Artie Shaw, el galán corazón de alcaucil, el sedoso clarinetista émulo de Benny Goodman, con bigotitos finitos tipo anchoa, que siempre desató la envidia de maldoror, el hombre sin sonrisa, por su éxito con las féminas. Un buen día de sol, y con todos los impuestos pagos, pulmón interno, y boleta en mano, maldoror invitó al bueno de Artie a una cata de vinos en su bodega. Le envió una ensobrada invitación donde 'por la presente tenga bien acercarse a mi aposento para la degustación de un reciente envío del excelente beaujolais 'Château Bidonville' cosecha 1961', la frase, escrita en brillante filigrana, le rielaba con hedonista brillo en los ojos, tal cual hace el vino en las copas. Conocida era la fama de eruditos sommelieres que tenían estos dos zampacuartillos, la cual ejercían en reputiadísimas fiestas donde se prodigaban atracones de todas las variedades y etiquetas, y los favores de dulces y curiosas féminas, las cuales siempre se iban del brazo de Artie, el guaperas. Maldoror había estado pensando vengarse de él, y hacerlo desparecer cuanto más no fuera, de la memoria ajena, cuando no la propia, tan tenaz y solícita a la hora de recordar los éxitos del farsante de Artie. Fue así como, en la locura del Carnaval, se encontraron los dos amigos en la casa de maldoror. Artie levantó la aldaba, que era una manito de bronce de las que hoy los pibes se roban de los barrios y, antes de que la dejara caer, maldoror ya le abría la puerta.

-Querido Artie, -le dijo en tono jovial-, éste es un encuentro afortunado. Pero, ¡qué buen aspecto tiene Ud. hoy! El caso es que he recibido un barril de beaujolais Château Bidonville, y tengo mis dudas.

-¿Dudas? ¿No pensarás que voy a caer en semejante treta?: Yo te pregunto '¿Qué dudas?', y vos me    contestás, 'Esta, la que tengo dura', o 'Duda, la podonga'. Es muy viejo.

-No, en realidad, pensaba, si no dudarías en entrar conmigo a la bodega, y si, después de probar el vino que adecuadamente envenené, caerías en sopor, para despertar encadenado, y ver cómo te voy tapiando en la más oscura de mis mazmorras, jajaja; esa sí que es muy vieja.

Como ambos habían leído a Poe (como dijo Freddie Mercury, 'Im just a Poe boy, from a Poe family') ambos rieron festejando el chiste. Bajaron las húmedas escaleras hasta el aún más humedo sótano y maldoror dispuso un primoroso mantel sobre una mesita por sobre la cual distribuyó quesos, copas y uvas. Las muestras del vino convocante se sirvieron en sendas copas con la ayuda de un 'ladrón de vidrio' que se introdujo en el 'falsete', o pequeño agujero que se le hace a la barrica en el lomo, donde se introduce esa pipeta de vidrio de tan curioso nombre.

Maldoror administró el servicio del rubicundo líquido, que fue yendo desde copa a boca donde no faltaron chistes, y risas, hasta que el anfitrión se excusó unos instantes y desapareció ocupado en algún menester en el wáter. Artie se quedó solo unos instantes para reflexionar a pesar de su ostensible obnubilación sobre una silla que daba vueltas como daba vueltas la mesa, y la habitación. De repente, tomó su copa de vino con la mano, y pensó ‘’¿Acaso Bidonville no es villa miseria?’’, y cayó redondo como una bolsa de papas sobre el piso de piedra de la bodega. Pero no despertó para ser tapiado. Maldoror era uno de esos espíritus sensibles que creen en la 'justicia poética', pero no para este tipo de venganza. El amigo Artie despertó con un baldazo de agua, desnudo y atado de pies y manos sobre una mesa de carpintería, y antes que se pudiera enamorar, le presentaron a Morgana, la que iba a ser su dominatriz disciplinaria. 





De nada sirvieron las lisonjas, mohínes, cumplidos, y demás vaselinas retóricas de Artie, porque, justamente, sin vaselina, y sin amor, a nuestro amigo lo pasearon por el todo el manual del S&M y el bondage: enemas, paleteadas en el ojete, asfixiantes máscaras de látex, encierro en ataúd, lluvias doradas, marrones, y multicolores. Pero el pepino de la torta lo puso maldoror, que aplicó esta hortaliza en el ya desvirgado culo de Artie, no sin que antes este suplicara como en el cuento del nativo de Virginia,
 '¡Por el amor de Dios, maldoror!'

Saturday, February 02, 2013

Jazz





Para los que sólo decoramos el tiempo en infructuoso afán de llenarlo, para los que estamos destinados al silencio sin interrupciones, lectores del transcurrir sintagmático, nadadores de cerveza sin demasiada emoción, y ajenos a la pasión, contamos con un aliado inapreciable: el jazz. La música instrumental ya centenaria, con su caudal de notas como gotas en la lluvia, siempre caótico, donde corren los tempos en inapreciable velocidad, tan rápidos que el pensamiento no los traduce en emoción, casi como una gimnasia dictada por reflejo de los tendones, obedeciendo a una memoria muscular que escapa a la apreciación o la racionalización, pasa a través del oyente como la electricidad, en su inasible fugacidad provoca ansiedades que sacia en pasajes que jamás fielmente recordaremos, paisajes a vista de tren, un hic et nunc que no es ningún lado, y es cualquier lugar: la Tijuana de Mingus, el Túnez de Gillespie, porque es como el río de Heráclito, o como el Leteo infernal, corrientes para almas hastiadas de recuerdo, donde nos renovamos y nos recreamos. Es por esto que no nos sea extraña su alianza al devenir tecnológico y filosófico del siglo XX, sobre todo al existencialismo, y a la novela psicológica, con sus fluctuaciones donde sujeto y objeto se confunden, y donde no existen vicisitudes, sino 'estados' de consciencia frente a estas. Hay un fragmento de 'La Náusea', de Sartre, que expresa esto con bastante exactitud.

     'En seguida vendrá el estribillo: es lo que más me gusta, sobre todo la manera abrupta de arrojarse hacia adelante, como un acantilado contra el mar. Por el momento, se escucha jazz; no hay melodía, sólo notas, una miríada de breves sacudidas. No conocen reposo; un orden inflexible las genera y destruye; sin dejarles nunca tiempo para recobrarse, para existir por sí. Corren, se apiñan, me dan al pasar un golpe seco y se aniquilan. Me gustaría retenerlas, pero sé que si llegara a detener una, sólo quedaría entre mis dedos un sonido canallesco y languideciente. Tengo que aceptar su muerte; hasta debo querer esta muerte; conozco pocas impresiones más ásperas o más fuertes. (...) Unos segundos más y cantará la negra. Parece inevitable, tan fuerte es la necesidad de esta música; nada puede interrumpirla, nada que venga del tiempo donde está varado el mundo; cesará sola, por orden. Esta hermosa voz me gusta sobre todo, no por su amplitud ni su tristeza, sino porque es el acontecimiento que tantas notas han preparado desde lejos, muriendo para que ella nazca. Y, sin embargo, estoy inquieto; bastaría tan poco para que el disco se detuviera: un resorte roto, un capricho del primo Adolphe. Qué extraño, qué conmovedor que esta duración sea tan frágil. Nada puede interrumpirla y todo puede quebrantarla. El último acorde se ha aniquilado. En el breve silencio que sigue, siento fuertemente que ya está, que algo ha sucedido. Silencio. 
                                                       
                                                       Some of these days
                                                       You’ll miss me, honey.

Lo que acaba de suceder es que la Náusea ha desaparecido. Cuando la voz se elevó en el silencio, sentí que mi cuerpo se endurecía; y la Náusea se desvaneció. De golpe; era casi penoso ponerse así de duro, así de rutilante. Al mismo tiempo la duración de la música se dilataba, se hinchaba como una bomba. Llenaba la sala con su transparencia metálica, aplastando contra las paredes nuestro tiempo miserable. Estoy en la Música.