Monday, December 31, 2007

Rubias, palita, playa

Otra que deseos para año nuevo: menos boludos, mas amigos; menos Arjona, mas musica;menos futbol y otros epifenomenos coprofilicos como Fantino; menos chamuyo, mas verdad; menos politicos, mas castillitos de arena.........Buena leche para todos; ¡hasta el año que viene!

Saturday, December 29, 2007

Entreentrerrianos

Maldoror, el hombre sin sonrisa, cruzo el chancro entre Santa fe y Parana, registrando estas impudicas imagenes. (Arr.:Johann Sebastian Reyes y Mastropiero delante de incinerador)
Evangelina. Cintia Mastropiero
Johann Sebastian Evangelina

Monday, December 24, 2007

Felices Navidades

Querido Papa Noel: se que vos crees menos en mi de lo que yo creo en vos. Estamos parejos: papa y mama tampoco alimentaron el mito de que yo y mi hermana buscasemos los regalos mas alla de un mundano ropero en su habitacion. Tambien se que me porte muy mal este año. Tome alcohol y drogas, no desee la mujer del projimo todo lo que pude, mi fobia a las reuniones arruino mas de una velada, trabaje menos de ocho horas diarias...en fin, deshonre al genero humano con cada aspecto de mi execrable conducta.MI desconsolado narcisismo e infelices circunstancias hicieron el resto. Mas alla de todo esto, no pido mas que los mios esten bien, que mis amigos no se olviden de mi, que el higado me aguante todo lo que se viene, y si la suerte quiere que andes cerca de mi casa, traeme una rubia como esta:
y si son dos, y cada una con una botella de champagne, mejor

Saturday, December 15, 2007

VIP(vade in pace)


Eran dos. Uno hablaba y el otro tosia. El que hablaba era gordo y tenia dos culos de sifon delante de los ojos, el que tosia tambien escupia pero no hablaba. Es una terminal de omnibus como cualquiera, una zona de transeuntes donde el espacio es de todos y de nadie, y el tiempo se llena de coversaciones ajenas, miradas furtivas, despedidas y bienvenidas donde raramente es uno el protagonista. El gordo explicaba apasionadamente mientras los dos revolvian una caja con unos erizos de plastico peluditos y con entrañas de lucecitas parpadeantes.Cuando encontraban uno que no prendia la lucecita, el de la tos sacaba una jeringa y les inyectaba algo. 'Te doy tres docenas de estos'- el otro lo mira-'nooo, pibe, ¿sabes lo que es esto un sabado a la mañana?'(pregunta retorica para el otro)'un hervidero de gente, ¡te los van a sacar de las manos! Escuchame:te paras aca en la entrada de la galeria, del lado de la sombra, porque con el solazo, las lucecitas no se ven, viste, y al otro dia, el domingo, te venis a las cinco de la tarde, y te metes dentro de la galeria, que hay mucho padre separado con el hijo y ahi los agarras, vos en el pasillo, no tenes como se te escapen. Sino les vendes los peluditos, le vendes una lapicera o un trompo, un velador...pero por ahora te pongo a prueba con los peluditos.Tres docenas....yo me voy a Mar del Plata, a lo de mi hermana. Tengo ganas de hacer la temporada, en el torreon.Me voy el diecinueve y vuelvo despues de reyes, el siete u el ocho, pero vuelvo mas cargado de lo que voy, porque hay que traerle alfajores a la patrona y a los pibes.No me falles, pibe eh?

Thursday, December 06, 2007

Domingo

Musulmana resignacion, silencio y una calma babosa como la de los caracoles bajo el plenilunio de primavera.El humo de mi sacrificio se arrastra por el suelo como una serpiente. Este cuerpo, el cenotafio de una divinidad que no se adivina ni se acerca mas que el cuchillo del asesino, me sigue acompañando a pesar de los años. El cadaver que se agita dentro mio rehuye la mirada de los espejos, que es la mia pero parece de otro: la de un animal, receloso del presagio. Asi como las estrellas que se ven mejor al sesgo, como esos perfumes que son mas reales por ausentes y reminiscentes cuando vuelven por gracia de una brisa. Como el primigenio fuego que, sabio y puro nos alumbra siempre joven y nuevo, complice al que nos acercamos como a un extraño, depositario de las mas oscuras confesiones, nos mira sabedor de nuestra inquietud, paternal, sereno y confiado en su danza milenaria, bienvenido al holocausto de otrora negras ausencias, donde hubo noche regala su rostro enjugado de sanguinea hospitalidad.