Friday, September 17, 2010

Mind the Gap

El Vacío:

"¡Si al menos pudiera sentir algo!": Esta fórmula traduce la 'nueva' desesperación que afecta a un número cada vez mayor de personas. En este punto, el acuerdo de los 'psi' parece general: desde hace veinticinco o treinta años, los desórdenes de tipo narcisista constituyen la mayor parte de los trastornos psíquicos tratados por los terapeutas, mientras que las neurosis 'clásicas' de siglo XIX, histerias, fobias, obsesiones sobre las que el psicoanálisis tomó cuerpo, ya no representan la forma predominante de los síntomas. Los trastornos narcisistas se presentan no tanto en forma de trastornos con síntomas claros y bien definidos, sino más bien como 'trastornos de carácter' caracterizados por un malestar difuso que lo invade todo, un sentimiento de vacío interior y de absurdidad de la vida, una incapacidad para sentir las cosas y los seres. Los síntomas neuróticos que correspondían al capitalismo autoritario y puritano han dejado paso bajo el empuje de la sociedad permisiva, a desórdenes narcisistas, imprecisos e intermitentes. Los pacientes ya no sufren síntomas fijos sino de trastornos vagos y difusos; la patología mental obedece a la ley de la época que tiende a la reducción de rigideces así como a la licuación de las relevancias estables: la crispación neurótica ha sido sustituida por la flotación narcisista. Imposibilidad de sentir, vacío emotivo (sic), aquí la desustanciabilización ha llegado a su término, explicitando la verdad del proceso narcisista, como estrategia del vacío.

Gilles Lipovetsky, La Era del Vacío,
Gallimard, 1983.
Traducción de Joan Vinyoli y Michele Pendanx

Saturday, September 11, 2010

Toque, maestro


Horacio Guaranindie, el último baluarte del folklore alternativo, cantante del grupo Mars Travolta, la banda que la descosió en el festival juvenil de la canción Choopovinopartooza, revelación del '74, junto a sus aparceros el Chango Spacial, Rita Leena, y Ozzito Osbourne, fueron, junto a Coplanacu, como los Fronterizos con una mezcla de Hawkwind, inventores del legüero doble bombo, la vigüela doble de 6 y 12 cuerdas, y otras innovaciones en un género hecho mierda. Sus técnicas de teatralidad shockeantes, como pisar mulitas en el escenario, cebarse mates de bosta de caballo, y declararse como 'gauchos rosa' a favor de la yunta entre machos, hicieron de esta agrupación folklórica, pero más aún de su frontman Horacio, el hazmerreír de personajes deleznables como Julio Marbiz, o Antonio Carrizo. Horacio, admirador de Empédocles, Sófocles y Sófovich, compositor de nervio sutil, altiva la mirada, rápida la escupida verde de mate nuevo, tuvo muchas amantes, y a cada una le dedicaba viñetas eróticas, pornoeulogías, églogas ginecológicas, y a veces, cuando ya no estaban, sólo pajas. La cuestión es que una fan, durante una mudanza, entre recortes de diarios amarillentos, encontró esta bonita endecha. Gracias por enviárnosla.

El afán por lo material
que la gula propicia

la ambición y la codicia
la concupicencia sin freno
no salvan a ningún mortal
mas bien vuelven banal

lo maternal en tu seno
la perdición precipitan
Como la cavidad anal

de esta linda señorita

contra el ventanal

la que me incita

a abrirle una sucursal
de mi tambo, m'hijita.
Como Circe en chanchos

la lujuria nos convierte
dulce el calor de ardor
en nuestro
vientre vierte,
Como Medea astuta

la hembra resoluta,

su aguijón nos inocula,

espinosa ordalía
dulce como la miel

de rosas su lecho

de canela su piel

sobre su hermoso pecho

esta leche dejé.

Sunday, September 05, 2010

Bolsa de Gatos


Mientras un millón de periodistas de rock -perdón por la expresión- se manoseaban mientras veían la descarga casi completa de 'el disco del pelado que toca la batería en Radiohead', Locrio y su amigo folclorista Horacio Guaranindie se juntaron con el Chango Spacial, Juanjo Domínguez, y Rita Lina para grabar un disco de canciones navideñas. Bajo los influjos de la inminente cunícula clitoridianal del sur y el sabor del clericó que se adivina en esas épocas, fueron saliendo zapadas deformes. Casi como ese turrón que se sospecha queda en la puerta de la heladera hasta marzo, o como la cañita voladora que amanece tirada en la costanera, el repertorio fue el recordaoratorio de navidades más felices, las de los años ochentas, en las que todo tenía más color, aunque no hubiera para Chandón o Panettones de 80 mangos. Una muy sutil versión del 'We Shall Overcome' de Joan Baez se fundía con 'Jesus' Joy of Man's Desiring' de Bach, todo en un medley de casi 10 minutos. Un comienzo más que auspicioso para un final de año. Por su parte, la felina cantante carioca, Rita Lina, fijó la atención de los demás en una versión de las Bachianas Brasileiras. Margaritas a los chanchos: por más que las tardes de perro en Santa Fe sólo propiciasen profuso sudor y peor olor, la música refrescaba a estos fundamentalistas del aire acondicionado y el buen gusto. Y que los piben escuchasen reggaeton en sus celulares 'chinguichingui'... Un par de fechas en un cabarulo, y un par de viejos chotos del feed lot cultural que aportasen unos mangos y un simple en vinilo vio la luz en las casas del ramo. La Kool Kat jazz Band era una realidad que se veía en partituras, y se leía en las extasiadas caras de los parroquianos que los veían en las noches del Chanteclier.