Thursday, March 31, 2011

Payadas Lácteas

En estos tiempos de vampiros sexies, y tenores grasos como Fláccido Domingo vale la pena recordar un cantante de verdad. Horacio Guaranindie no al pedo tenía el mismo mote que el poeta latino (y no tiene nada que ver con Arjona): igual que Homero Manzi en el tango, o el mencionado guatemalteco en el arte del anilinguus, Horacio se dedicaba al arte de la frase, la copla, la milonga, el contrapunto, el corte y la confección -tejía mañanitas, y le salían divinas-. Una vez se enfrentó con el payador Silver Moon en una épica payada que pasaría a la historia en un cuadro de Zurbarán Merlo titulado 'Los Gauchos de Onán', o Payada Pajera, ya que el encuentro se realizó en un depósito de fardos de forraje durante el invierno de 1931. Dicen que la contienda duró varios días, dicen otros, varios meses. Los temas iban versando desde las delicias del sexo opuesto, elogiando los atributos de las allí presentes, hasta los beneficios del by-pass, pasando por el propósito del universo o lo conveniente e higiénico de la energía nuclear. Horacio y Silver paraban para comer, cagar o dormir, y seguían, con o sin público, hasta que los echaran, o se hiciera la hora de ir a ver a Tinelli. Algunos fragmentos se grabaron y todavía se pueden escuchar en la Biblioteca Nacional (si van de mi parte, hablen con González, y péguenle un tiro por bolche y genuflexo) Aquí un fragmento:

Horacio:   Y ahora rimo yo porque me toca / pido a través de mi boca / y para aquel que me escucha / sea su dicha muy poca / o su esperanza mucha / cuando ponerla es una lucha / por cuestiones de tamaño / aconsejo ponerla mucho /  y como se hacía antaño / acogotar el ganso/ y ya sobre el pucho/ acabar afuera y /         dejarlo descansar, / mas si la prisa lo apela / o ante cualquier apuro / la circunstancia lo exorta / le digo al pedo es reempujar / cuando la pija es corta....

 Silver :  Su indirecta no me intimida / le digo gaucho bellaco / con traza de maula y /  condición de hominicaco / Que si la tuviera corta /  como ud dice la tengo /  más sabe tu hermana / de mi ganso rengo / que de hacer tortas / Y es a las tetas de tu hermana /  a lo que le quiero cantar /  fuente de inspiración / y alimento de mis ansias / que como un crío / en su infancia / allí va su hambre a saciar / yo mismo y mi pingo/ en ese surco he de sembrar

Horacio: No me asusta el acertijo / y su facilidad al rimar /  que si mal no me fijo /  y no me he de equivocar /
es más fácil tu hermana / que rimar todo en 'ar' / Y hablando de su carencia / y  su falta de inventiva /  allí es donde todo estriba / donde las tetas como /  hermanas se bifurcan / y  las de tu hermana se juntan / para hacerme una buena turca.

Silver Moon:  Ya que habla de carencia /  y de falta en la expresión / es por mi condición / de macho y de buen tipo / que yo no me anticipo / a criticarlo sin compasión / por su fama de pucherazo /  y manoteador de bultos / yo como Ud no me oculto / ni me como el queso / en un rincón / como si de ratón /  se tratase /  Al que nace maricón / es al pedo que lo garchen / Y ya que de rimas / gratuitas se trata /aprovecho la partida/ y no me lo van a impedir / no voy a dejar de decir/ en esta mi cuarteta /¡Qué bonita  Amber Valetta / si tuviese un poco más de teta!                                                      
                                                                           
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      
                                                 

Wednesday, March 30, 2011

Tango Locrio

Para tardes nubladas y/o lluviosas y frías, es recomendable tener un gato cerca, y algún disco de Juan D'arienzo. La iluminación ha de ser pobre, y si se trata de un foquito (no digo bombilla, porque esa va dentro del mate, este es un blog argentino, no me rompan las pelotas) es mejor que esté sucio, para que la luz sea febrilmente molesta en su escasez y que haga poco visibles los rincones.El olor es olor a lluvia, y si hay olor a lluvia, y encima es sábado, puede haber una madre o abuela que hornee algo. Una torta, con ese polvo que se llamaba Royal, y que tenía una reproducción del mismo Polvo Royal en la etiqueta, que tenía otro envase adentro, y éste otro, y así...Si ya te sentaste con la pava al lado, y el mate está listo, sólo queda ponerse a escuchar el disco. Nada de tangos contemporáneos, tipo Santaolalla, o Lavié, -menos Cacho Castagna-,: semejantes pelandrunes  carecen de barro de arrabal, y rebosan de luces hostiles del centro, desdibujan el cuadro antes descripto: un interior de Vermeer no se puede iluminar de ditroicas, o con un parmil de los que se usan en las vernissages para dar luz al último producto vitivinícola, o al culo de la última modelito de tapa, donde sí quedaría bien un Bajofondo Tangacool. Acá estamos hablando de sonido monaural, del foquito, y ya  me hinché las pelotas. Como cuando estoy en una sala de espera y una vieja chota que apesta a perfume se pone a leer un libro de Paulo Coelho y a comentar que una vez se lo cruzó en un aeropuerto ¡y viajó al lado de él hasta Roma! (Roma con una 'rrrr' que le hace cosquillas en la dentadura postiza, como a todas las viejas) Decía: luz agónica, algo de Julio de Caro, y un brasero si hace mucho frío. El gato me mira y me dice '¿Y porqué no jazz?'. 'Jazz, no, te explico', le digo yo girando en un esguince hacia la esquina donde está el gato, 'si hiciese calor, y estuviéramos en New Orleans, sí, algo dixie iría bien. No me interrumpas, Locrio, que el artículo para el blog recién va por la mitad'. En eso se hace un silencio, y el disco ya pasó a la segunda pista. El gato agarra el saxo y empieza a tocar 'Sweet Lorraine'. 'Locrio, ¿qué te  dije?¿Te pensás que esto es tomarse un vaso de tinta y cagar pitufos? El artículo tiene que estar posteado para mañana...¿en qué estaba? Sí, 'Cómo escribir un tango en una tarde gris'. Aunque el artículo podría llamarse...'Los olores de la infancia'. Y ahí hablaría de los olores a torta, horneadas con ese Polvo Royal, que tenían en la etiqueta, justamente, una reproducción del mismo envase, y sobre éste, otro Polvo royal y así...

Saturday, March 05, 2011

Mundo farmacéutico

Naran Pauls, nuestro cítrico de cine invitado, le saca el jugo a la última producción del director Adrián Caetano Velloso, un profundo drama humano cargado de barbitúricos.

''La última película de Adrián, 'Mundo Farmacéutico', se revela como una versión moderna de las Guerras Médicas, no esta vez entre los griegos y los persas, sino como la pulseada entre dos gremios antinómicos, farmacéuticos y kiosqueros, que bajo la superficie devela una revindicación de la lucha de clases: el monopolio farmacéutico -profesionales de la administración de drogas, regulados por el academicismo hasta para vender chupetes-, y la primorosa, casi promiscua informalidad de los kiosqueros, que ofrecen desde un Sertal, pasando por un Ibuprofeno para el dolor premenstrual de una vecina en apuros, hasta un pelpa de merca para un pibe sacado. Caetano y su ojo, el del proletariado carente de prejuicios, se enfrenta con la estructura del kafkiano negocio de los medicamentos con sobreprecio, las mamaderas, los chupetes y sonajeros de una maquinaria perversa que, disfrazada de inocente y solícita, se erige como una 'Farmacity', una ciudad de las drogas que se cobra desde el estacionamiento hasta el papel higiénico con rigurosa minuciosidad, bañada por la impersonal luz de tubos fluorescentes, que en su fantasmagórica transfiguración sin sombras ni contrastes, se opone al barrio y su familiariedad acogedora, la de las cuentas con libreta y sin plazos, los últimos vestigios de una identidad barrial que las filisteas corporaciones nos quieren arrebatar.''