Tuesday, October 16, 2007

Dia Peronista para David Lynch



(A proposito del estreno de Carretera Perdida en I-Sat)
Todavia recuerdo que, alrededor de 1991, una profesora de castellano que hacia un reemplazo en nuestro tierno y virginal tercer año de secundaria, nos recomendo una serie de television que se llamaba 'Twin Peaks'. Yo ya habia visto 'Dune' unos años atras y no fue hasta que vi 'Fire Walk with Me' el año siguiente que, muy a pesar mio, me empece a interesar en el universo lyncheano y en el cine de autor en general. Nunca supe porque, pero, cuando se estrenaba una de Lynch, el cine se llenaba de freaks que no acostumbraban a ir a las salas. No eran habitues, solo bichos bolitas que aparecian para ver una vez mas-estoy seguro que era la segunda vez por lo menos-la ultima pelicula del Freak Mayor. Paso con Mulholand Drive en el 2002, y con Corazon Salvaje en 1990, como pasara con 'Inland Empire' este año: un ejercito de zombies se apodera de los cines para recibir a traves de la luz que atraviesa el celuloide, la epifania de los spotlights que parpadean-¿cuando no?-en los filmes del Freak Mayor(tal es el manierismo del que hace uso en la creacion de climas, y lo internalizado que esta, que hay un show en la indie fm donde hay un reportero del tiempo que se hace llamar como la Araña Pollito en cuestion) Ahora bien: hay tres puntos fundamentales para la exegesis lyncheana.El primero seria 'olvidemosnos de la logica'.Si hay un rasgo definitivo del universo lynch es que se rige por su propia logica.Como en un sueño, los limites de la identidad se diluyen. Asi, lo primero que se altera es el principio de identidad. Un personaje puede ser el y puede ser otro. Puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Dos historias pueden ser relatadas en forma disimil por los mismos testigos y aun asi, el relato es diferente.Hay siempre un personaje que actua como deus ex machina; esto es: actua en bifurcaciones temporales de las historias como un hada que otorga un elemento discordante para alterar el curso de los acontecimientos. Siempre se recrea una escena pictorica: en Carretera Perdida, son los padres y la novia del mecanico que, parados frente a la puerta de una casa suburbana e iluminados, si, por luces reverberantes, actuan el Stormen de Edvard Munch. Muchos nos identificamos con esos matones irredentos que son pura maldad enfundados en campera de cuero, como Bobby Peru en 'Wild at Heart', o el del papel de Dennis Hopper en 'Blue Velvet'. Y el fuego; siempre hay fuego en las peliculas de lynch. Si tuviera que relatar el peronismo, lynch pondria el fuego en la escena del parquet quemandose en los chalecitos. Peron soñaria que no tiene manos cuando sale al balcon. Evita estaria maquillada como esta ahora, embalsamada y meada por los milicos de la libertadora.Lopez Rega seria el deus ex machina, el personaje inquietante que le pregunta al protagonista 'Haven't we met before?' Es que las peliculas de Lynch, como las de Cronenberg, o Jarmusch, atraen y contienen a los mismos fiambrazos de siempre. Los que estamos disconformes con la realidad aburridisima mortifera de siempre, la que no resiste la menor autopsia, de tan podrida que esta. Pero bajo la luz fluorescente-que por supuesto parpadea-de la morgue lyncheana todos los cadaveres tenemos el mismo color y olor. El gris de la realidad.

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