Sabado

Me di cuenta que era sabado porque me visitaron los Testigos de Jehova.Esta gente tiene una curiosa habilidad-¿divina providencia?- para aparecer en los momentos menos indicados: cuando uno esta en medio de una resaca, impresentable con la remera manchada de bebida o sudor, o en el tramite de echarse una cagada. Siempre son dos mujeres, pobrecitas, vestidas de una manera anodina, incapaces de atraer ninguna mirada o despertar impulso erotico. Cuando uno abre la puerta, ya empezo a hablar la que habla; la otra asiente y hace las veces de edecan o apoyo moral. Vienen con una cita biblica previamente apuntada y un discurso que se repite de puerta en puerta, y que seguramente se gasta como un billete que va de mano en mano hasta que pierde valor. Este discurso introductorio es siempre sorpresivo, y cuando uno se dio cuenta de que va a perder hasta 10 minutos de su inutil tiempo a merced de estos austeros angeles, ya es tarde.Las citas siempre tienen que ver con profetas que uno desconoce y auguran el consentimiento por parte del entrevistado, que debe adoptar una actitud paciente y complaciente. Si no hay polemicas febriles de parte de uno acerca del choque de los dogmas o la caprichosa exegesis que esta gente perpetra sobre las escrituras, es seguro que le pediran colaboracion-'lo que ud considere'-monetaria; a lo que se puede aducir disculpandose uno por la falta de monedas, y, despues de aceptar de buen grado el material de lectura, puede optarse por alguna excusa como 'deje la leche en el fuego', y saludandolos como corresponde, se cierra la puerta suavemente.